Dificultad para concentrarse, sentirse cansado la mayoría de las veces o perder los estribos con mayor frecuencia. Problemas para conciliar el sueño o quedarse dormido y pesadillas. Sensación de miedo, desasosiego y preocupación.

Si hace poco tienes varios de estos síntomas y estamos a principios de septiembre, los más seguro es que tengas estrés postvacacional.

No se puede considerar como una enfermedad sino como un proceso adaptativo a la vida laboral después de las vacaciones que, para algunas personas, puede resultar difícil.

La causa del estrés postvacacional se debe a la necesidad de readaptarse a la vida laboral, con sus obligaciones, horarios, y también a enfrentarse de nuevo a las dificultades y problemas que todos tenemos en nuestra vida personal y que, por un período prolongado de tiempo, hemos dejado adormecidos en un rincón de nuestra mente y, ahora de nuevo y de repente, volvemos a tener en primer plano.

En algunos casos puede llegar a aparecer verdaderos cuadros de estrés agudo con:

  • Agonía emocional: una combinación de enojo o irritabilidad, ansiedad y depresión, las tres emociones del estrés.
  • Problemas musculares que incluyen dolores de cabeza tensos, dolor de espalda, dolor en la mandíbula y las tensiones musculares que derivan en desgarro muscular y problemas en tendones y ligamentos.
  • Problemas estomacales e intestinales como acidez, flatulencia, diarrea, estreñimiento y síndrome de intestino irritable.
  • Sobreexcitación pasajera que deriva en elevación de la presión sanguínea, ritmo cardíaco acelerado, transpiración de las palmas de las manos, palpitaciones, mareos, migrañas, manos o pies fríos, dificultad para respirar y dolor en el pecho.

Afortunadamente, la mayoría de personas reconocemos los síntomas del estrés agudo y puesto que es un estrés a corto plazo, no tiene tiempo suficiente para causar los daños importantes asociados con el estrés de larga duración.

En general, la inmensa mayoría de personas con estrés postvacacional no van a necesitar acudir a un especialista sino que está en nuestras manos el programar una reentrada anticipada y paulatina que nos permita manejar la situación con éxito.

Claves para combatir y superar el estrés postvacacional.

  • Regresa a tu domicilio un par de días antes de empezar a trabajar. Reencuéntrate con tu barrio, entorno y rutinas.
  • Planifica y organiza el trabajo con antelación. No lo dejes para el primer día.
  • Recuperara los horarios de sueño. Regulariza los ritmos.
  • Modera el alcohol y el café.
  • Plantéate uno o dos objetivos personales a corto plazo estimulantes y realizables.
  • Un poco de deporte te ayudará.
  • No des vueltas a pensamientos negativos. Recuerda que eres un afortunado de poder volver a trabajar.

Si pese a todo estas nerviosa e inquieta, ven a vernos a Farmacia Mercè Solà, encontraremos la forma de tratar y aliviar estos síntomas rápidamente.